Un Colegio de Médicos aparece muchas veces ante el ciudadano como una desconocida institución, un organismo que parece creado por y para médicos, cerrado y destinado únicamente a los médicos y sus asuntos.
No es así, no debería parecer así, un Colegio de Médicos regula, organiza y supervisa la actividad profesional de sus colegiados, de los médicos de una provincia. Protege sus derechos, pero también vela porque la actividad profesional médica se ajuste a la legalidad vigente y a los códigos de conducta medica autoimpuestos por los propios médicos, la Deontología Médica. Busca pues el beneficio del paciente y de la sociedad.
Un Colegio de Médicos también se encarga de formar continuamente a sus colegiados, promoviendo que los médicos estén constantemente al día de las novedades médicas y científicas de interés para su desarrollo profesional y con el consecuente beneficio de su paciente.
Por todo ello un Colegio de Médicos no solo se dedica a asuntos de los médicos. Un Colegio vela porque los ciudadanos reciban una atención médica adecuada, de acuerdo a los conocimientos actuales, la ley vigente y los criterios éticos y deontológicos de la profesión. El Colegio de Médicos protege los derechos de los pacientes y está siempre atento en todo momento para que sus médicos actúen en beneficio del paciente y de la sociedad, de acuerdo a las necesidades sanitarias de los ciudadanos.
Es más, el Colegio es y debe ser fuente de información para el ciudadano, debe ser una institución abierta al público general, un lugar donde consultar y localizar médicos, informarse de temas de salud, realizar sugerencias o quejas, e incluso ―si llega el caso― denunciar actitudes de médicos, para que el Colegio valore y tome las medidas oportunas en cada situación.
Desde aquí pues, nuestro Colegio se abre al ciudadano.
Somos una institución abierta a todos.
Esperamos vuestra participación.